martes, 26 de abril de 2022

ENRIQUE LLÁCER "REGOLÍ"

 ENRIQUE LLÁCER “REGOLÍ”

@ClaudioCascales

Con motivo del 45 aniversario de mi primer curso en el conservatorio.


Enrique Llácer "Regolí"(ca. 1960).


Enrique Llácer Soler “Regolí”, nació el 20 de junio de 1934 en Alcoy (Alicante). Pronto comenzó a tocar la batería de manera autodidacta (a los 8 años ya acompañaba "en pantalón corto" regularmente a compañías de revista y zarzuela que actuaban en su ciudad natal, tanto en el Teatro Calderón como en el Teatro Circo), pasando a estudiar de forma académica en los conservatorios de Valencia, con Luis Vicente primero y Madrid posteriormente con José María Martín Porrás. Amplió sus estudios focalizando su interés en el mundo de la música de jazz, con Josep Farreras (Barcelona), Kenny Clarke (1914-1985), en Paris, y Joe Jones (1911-1985), en Nueva York.



Enrique Llácer "Regolí".


Pronto Regolí, a través de su destacada presencia en diferentes ámbitos (por géneros y contextos) musicales, además de por su publicación La Batería, técnica, independencia y ritmo, se convirtió en un referente de todo aquel estudiante o músico profesional en España dedicado a los instrumentos de percusión en general y a la batería específicamente.

Diario Pueblo (28 de enero de 1959).

Diario Pueblo (13 de octubre de 1962).

Diario Pueblo (25 de noviembre de 1963).
 

A partir de los años sesenta directa (a través de sus clases en el conservatorio o particulares), o indirectamente (a través de su método, en apariciones en televisión o en su actuaciones en directo), se convirtió en el paradigma de todo aficionado y profesional. Ese ídolo de los años 60’ con el tiempo se convirtió en lo que es hoy: una leyenda de la música española, respetado, admirado y querido, tanto por sus condiciones y talento musical, como por su sencillez, amabilidad y buen trato, que siempre tuvo tanto entre compañeros como con alumnos, de los cuales una gran mayoría se convirtieron en la Segunda Generación de percusionistas españoles que desarrollaron su carrera en los años 70’ y 80’ del siglo pasado.


Concierto en la Casa de la Cultura de Alcoi (1973).

A mediados de los años 50’, tras su breve periodo de estancia en Barcelona, donde se codea con pioneros del jazz en la Ciudad Condal como Tete Montoliú, Salvador Font “Mantequilla”, Manuel Bolau o Ramón Echauz, entre otros, se convierte en un asiduo de los locales de jazz de Madrid, tan míticos como el Bourbon Street, el Dorian Club, el Whisky Jazz (tanto del que estaba en Marqués de Villamagna primero y como posteriormente en Diego de León), o el Balboa Jazz Club, donde actuó con Pedro Iturralde, Lou Bennet, Vlady Bas, Joe Moro, David Thomas, José Chenoll, etc., en una febril época de trabajo incesante con sesiones dobles, jam sessions, grabaciones discográficas (Hispavox), radio y televisión (RTVE), salas de fiesta y festivales, además de con su propia orquesta de baile (con la que grabaría Ritmo y Percusión, Hispavox, 1968), con las más prestigiosas de la capital y llegadas de gira por Europa (entre ellas las de Pérez Prado y Xavier Cugat), acompañando a todo tipo de solistas (nacionales e internacionales), e incluso acercándose música tradicional (con Joaquín Díaz) y el "Pop" Progresivo (con Miguel Ramos; Bach à la manière de Johann Sebastian Bach,1972), en las que siempre dejó su impronta interpretativa, en la cual destacaba su depurada y clara sonoridad instrumental, basada en un solvente dominio de la técnica rudimental, su personal y riguroso sentido del tempo, un swing flexible y caminante, digno de cualquier gran baterista norteamericano, junto a una gran influencia del be bop de Max Roach, del quién siempre dijo que era su verdadera inspiración. 


Como hemos comentado, a finales de los 60’ lideraría su propia orquesta de baile: Regolí Orquesta, Regolí y su Orquesta, Regolí y su Gran Orquesta, Regolí con su orquesta Señorial (todas con el cantante Raúl Navarro), Regolí y su Conjunto, su propio All Stars y un Trio de jazz (Junto a David Thomas -contrabajo- y Santiago Reyes -guitarra-), ya en los años  80’ pertenecería a una de las bandas más longevas del jazz español: la Canal Street Jazz Band (otros baterías de la formación fueron Pepe Sánchez y José Nieto).


            El Álamo (Toreador; Iberfont, 1961).

Ritmo y Percusión (Hispavox, 1968).


De esta etapa data su trabajo más importante, reconocido, aceptado y estudiado como referencia por miles de estudiantes de batería y percusión de nuestro país (yo fui uno de ellos, me costó 350 pesetas). Se trata La Batería, técnica, independencia y ritmo (Canciones del Mundo, 1966), con tres ediciones posteriores: 1966, 1983 y 1991.

 

“Con mi más sincero testimonio de gratitud para todos los señores profesores que contribuyeron a mi formación musical”.

 

Dedicatoria de Enrique Llácer “Regolí” en su Método.

 

(…) “Si en los viejos tiempos, quienes empezaban a estudiar jazz desembocaban en el nombre de GENE KRUPA, el batería más famoso desde hace tres decenios, la juventud española, para empezar el estudio de este Método debe saber que su profesor es nada menos que Enrique Llácer Soler “REGOLÍ” (…) “Que llegues pronto a emular no sólo sus virtudes como músico, sino también su sencillez y su espíritu de alegre compañero de la música. Te lo desea, sinceramente, un modesto admirador de “REGOLÍ”

 

Prólogo del Método escrito por el periodista Raúl Matas Esteban.

 

El Método se divide en cuatro partes: 1ª Parte: golpes simples, dobles, acentos, paradiddles, redobles, mordentes y lecciones; 2ª Parte: ejercicios de caja y bombo, bombo y charles; 3ª Parte: ejercicios de ritmo de plato, caja y charles, ejercicios de ritmo de bombo, plato, caja y charles; y 4ª Parte: ritmos de cha-cha-chá, mambo, guaracha, bolero, calipso, merengue, pachanga, merecumbé, técnica de tumbadora, bongó y pandereta.

Reseña de la presentación del libro 
La Batería, técnica, independencia y ritmo, 
en la sala Pavillón dentro del Parque del Retiro, en Madrid
(Diario Pueblo, 8 de junio de 1966)

La Batería, técnica, independencia y ritmo, es el primer método de interés pedagógico moderno editado en España. Con anterioridad tan solo se había publicado el Método Elemental para Instrumentos de Percusión (Editorial Música Moderna, 1944), del cariñenense José Franco Ribate. Ya en la década de los 70’, aparecerían Método para la Caja y la Batería (Editorial Boileau, 1970), del barcelonés Antonio Bardají Durán; Método completo de Percusión (Editorial Piles, 1976), del valenciano Roberto Campos Fabra, Método Moderno para la Batería de Baile (Canciones del Mundo, ¿?), del ya mencinado Antonio Bardají “Chispa”; Rock Progresivo, método completo para el Batería Moderno (Ricordi, 1977), del argentino Alberto Alcalá; y Ejercicios para la Batería Pop (Elías Gil Torras, 1979), del mallorquín Elías Gil, todos centrados en la batería, además de los tres volúmenes Tratado de Instrumentos de Percusión y Rítmica (Editorial Alpuerto, 1972, 1981 y 1981), Tratado progresivo de Ritmo, en tres volúmenes (Alpuerto, 1974, 1974 y 1984), del primer catedrático de percusión en nuestro país (desde 1964 en el Conservatorio Superior de Música de Madrid), José María Martín Porrás (1923-2017), además de haber sido con anterioridad profesor de la Banda Municipal de Madrid y timbal solista de la Orquesta Nacional de España.

Diario Pueblo (1 de septiembre de 1967).

Enrique Llácer "Regolí" (ca. 1975).

“Regolí es un seguro de vida: con él de batería es difícil que algo salga mal” (José Ramón Rubio, El País, 21 de julio de 1985).

Enrique Llácer "Regolí" (ca. 1980).


Tras una frenética etapa de dos décadas como músico de jazz y de orquesta de baile, Regolí decide dar un giro a su vida artística, con el fin de llevar una vida más equilibrada y estable, profesional y familiarmente. En 1972, gana la plaza por oposición, como timbal y percusión solista en la Orquesta Nacional de España (ONE), puesto que ocupará durante casi tres décadas hasta su jubilación. Muy poco tiempo después, entra como profesor en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, ganando la plaza en 1985, a la vez que pide la excedencia para dedicarse por completo a la orquesta. Como músico de orquesta, Regolí destaca por aplicar todos sus conocimientos adquiridos en la música de jazz y ligera a la música clásica, todo ello con una gran profesionalidad y dedicación, adaptándose a cualquier obra del repertorio orquestal con un sonido propio (muy cálido), su siempre precisa noción del ritmo, matices y timbres, su correcta afinación y su equilibrada aportación al conjunto, con gran sentido de la responsabilidad y siguiendo la máxima atribuida a William Kraff en la que decía “El timbalero de una orquesta es el segundo director”.


"Regolí" con la Orquesta Nacional de España (ONE).

“Más de una vez, observar su trabajo al fondo de la orquesta nos libra de jornadas tediosas” (Enrique Franco, El País, 11 de noviembre de 1996).

Mstislav Rostropovich (1927-2007), llegó a calificarlo como “el Karajan de la percusión”, tras su interpretación de Bolero, de Maurice Ravel (en 1980 también lo interpretaria magistralmente bajo la batuta de Sergiu Celibidache, siendo así mismo la última obra que interpretó con la ONE el día de su jubilación, en septiembre de 1999). Posteriormente encontramos el siguiente comentario de José Luis Turina a propósito de su Concierto para Violín (1988):

 

“al incluir la Orquesta Nacional de España la obra en su gira de verano de 1990, contando como director nada menos que con Gennady Rozdestvenski, me encontré con la sorpresa de que el entonces timbalero de la orquesta, Enrique Llácer "Regolí", se negó a tocar otros instrumentos de percusión que no fueran los timbales, cuando en la partitura estos se adjudicaban a un instrumento que además debía tocar otros instrumentos de membranas sin afinar de gran importancia en la obra, como se verá”.


Revista Ritmo (Mayo de 1984).

Desde su inclusión en la música clásica su espíritu inquieto y afán de superación le llevaron a dar numerosas conferencias y charlas sobre la percusión y sobre la historia del jazz y su evolución rítmica a través de los años e instrumentos latinoamericanos adaptados al jazz, que siempre ilustraba con ejemplos prácticos ejecutados por él mismo. Estas actividades tuvieron su correspondiente reconocimiento en el disco Fundamentos del Ritmo (Salvat Editores, 1983), una grabación efectuada en los Estudios Polygram de Madrid por el propio Regolí, los días 17 y 18 de mayo de 1983, y que finalmente fue el Nº65 de la Enciclopedia Salvat de los Grandes Temas de la Música, teniendo como narrador a Rafael Taibo (n. 1935).


Fundamentos del Ritmo (Salvat Editores, 1983).


                 Grabación de Fundamentos del Ritmo (17, 18 de mayo de 1983).


"Regolí" en concierto, 1986.


"Regolí" durante una Conferencia-Concierto
(Colegio Mayor San Juan Evangelista, 17 de marzo de 1986).

Del mismo modo, se formó en la composición de manera autodidacta, llegando a componer hasta una treintena de piezas, la mayoría de ellas dedicadas a los instrumentos de percusión. En 1979 se incorpora a la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles con el número 108 (Boletín de la Asociación n°62, mayo-noviembre de 1979). Su catálogo musical se puede calificar como de sobrio y sin grandes pretensiones, apoyándose en tres pilares como son el ritmo con influencias de la música de jazz, pero sobre todo de raíz nacionalista; sus melodías directas y de cierta inspiración italiana y un profundo conocimiento tímbrico del orgánico de la orquesta que emplea de manera hábilmente efectista. En ellas destacan:

Canción de un sueño, para violín y vibráfono

Fantasía para batería, para batería solo (1975)

Divertimento para sexteto de viento (1975)

Enmo, concierto para percusión solista y orquesta (1977)

Sueños, para grupo de percusión (1978)

Sonido y Ritmo, para percusión y grupo orquestal (1979)

Tres tiempos para un Percusionista (1982)

Colaboración, para percusión y piano (1983)

Polirrítmia para un Percusionista (1983)

Lecciones Progresivas para dos Percusionistas 1º y 2º Curso (1983)

Lecciones Progresivas para dos Percusionistas 3º y 4º Curso (1984)

Lovely, para un percusionista (1986)

Concierto para Batería y Orquesta Nº2 (1986)

Divertimento; Alrededor de la Percusión (1988)

3+3+3, para percusión (1988)

Duetto, para violín y percusión (1988)

Fantasía rítmica, para orquesta (1990)

Fantasía para batería Nº2 (1991)

Concierto para Castañuelas (1992), dedicada a Lucero Tena

Tiempo, para caja, triángulo, pandereta y castañuelas (1993)

Fluffy, para percusión en dos tiempos (1993)

Welleriana op. 25, concierto para orquesta sinfónica, dedicado Walter Weller. (1993)

Celebración, para orquesta (1995)

Concertino, para soprano de coloratura y orquesta (1995)

Fantasía en dos movimientos (1999)

Concierto para Violín y Orquesta (2000).


Método, obras y ejercicios didácticos.

En 2015 Enrique Llácer Soler “Regolí” fue distinguido con Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, como “Músico de Jazz”, haciéndole entrega de tal galardón el Rey Felipe VI en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, junto a nombres tan destacados como Anne-Sophie Mutter, Ainhoa Arteta, Vicente Amigo, Emilio Casares, etc. (Real Decreto 1179/2015, de 29 de diciembre).

Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes 2015, como “Músico de Jazz”,

Lamentablemente Enrique Llácer "Regolí" falleció el 11 de abril de 2024 a la edad de 89 años. D.E.P.

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