Música
aleatoria e Intederminación.
@ClaudioCascales
MÚSICA
ALEATORIA E INDETERMINACIÓN.
Concepto y formas
La música aleatoria o indeterminada no
debe de confundirse con la improvisación: no se trata aquí de la ejecución
tradicional o de la invención espontánea dentro de algún patrón dado, sino sólo
de situaciones controladas de elección en las que ha sido anulada o minimizada
intencionalmente cualquier base racional para tomar decisiones.
“La improvisación no es
aleatoria”.
-
El serialismo se había convertido en manierismo.
-
El serialismo puramente arquitectónico, dejaba de
lado el carácter de arte en la música.
-
La gran exigencia a la hora de la ejecución de las
obras seriales.
La conjunción de estas razones junto con
otras de diversa índole, llevó a los compositores a plantearse la necesidad de
una composición aleatoria que demandaba del intérprete a una colaboración más
estrecha en el proceso creativo de la composición.
Los serialistas habían llegado ha ser
conscientes de que cuanto más precisa fuera la predeterminación de los
elementos musicales, el acercamiento al azar sería cada vez mayor; el
serialismo trataba a todos los elementos musicales por igual de la manera que
estos elementos llegaron a sonar como algo arbitrario. El siguiente paso fue el
azar y el “no-control”, haciéndose célebre la frase de John Cage[3] a comienzos de los 50:
“Mi única disciplina es el
azar”.
-
No hay dos ejecuciones iguales.
-
Las grabaciones de ésta música lo son de una
ejecución en particular.
-
Las piezas suelen ser relativamente breves, capaces
de mantener en tensión al oyente.
Dentro de la Música aleatoria encontramos dos modalidades: la Forma Abierta o
Móvil y la Forma cerrada.
-
Por elección.
-
Guiado por ciertos procedimientos hacia un orden en
apariencia arbitrario o casual.
-
Puede elegir un suceso tanto por las reacciones del
grupo como del público.
Son aleatorias en tanto que el compositor
delega en los intérpretes parte de la responsabilidad en la creación; por lo
tanto, no es aleatoria en sus componentes o formantes, bien definidos
inclusive, sino en la ordenación de éstos, pudiendo el intérprete elegir
distintos itinerarios en cada interpretación.
Por último cuando la aleatoriedad en la
ejecución se combina con la aleatoriedad en la composición o viceversa, es
decir, cuando la aleatoriedad es absoluta se produce la Indeterminación[4], abandonándose toda opción
de control sobre la obra, por parte del compositor, ejecutante y oyente. Cada cual decide aceptar lo que ocurre sin
tener en cuenta sus propias preferencias en cuanto a qué debiera ocurrir. John
Cage es el pionero en este tipo de música, teniendo que ver esta música con la
estética de la filosofía budista.
Por lo tanto, la obra deja de ser obra
(por abierta que sea), para convertirse en “proceso conceptual” donde el
compositor deja de ser compositor para ser un simple y sorprendido auditor que
“experimenta” lo que ocurre; la partitura deviene en pre-texto, el auditor se
convierte en intérprete y el intérprete se disuelve en aquello que interpreta.
Destacamos dos obras cuyos títulos son
significativos en esta corriente, una es la versión electrónica de 4´33´´, 0I 0II de 1962
donde, dice explícitamente la partitura: “En una situación con la mayor
amplificación posible, realizar una acción disciplinada, sin interrupciones y
generando, en todo o en parte, una obligación para otros: nunca dos
interpretaciones de esta obra se han de realizar a partir de la misma acción,
no pudiendo ser esa acción, en ningún caso, la interpretación de una pieza
musical” (Cage la compuso bebiéndose “disciplinadamente” un vaso de agua); y Variaciones Nº 4 (1964), para cualquier
número de ejecutantes, cualquier sonido o combinación de sonidos producidos por
cualquier medio, etc. (ya que los sonidos se producen fuera de la sala de
concierto).
En Europa los compositores de la primera
generación aleatoria que se sintieron principalmente atraídos por las formas
abiertas o móviles. Entre ellos podemos destacar a los siguientes:
Karlheinz
Stockhausen fue el primer europeo en utilizar la música aleatoria en su obra Klavierstrück XI (1957). La obra para
piano solo está estructurada en 19 fragmentos que se pueden ejecutar en el
orden que el intérprete estime oportuno, incluso omitiendo o repitiendo alguno.
En Zyklus, obra de 1959, un
percusionista desarrollar posibilidades móviles junto con una grafía nueva. La
partitura, unida en espiral, está escrita de forma que puede ser leída tanto
comenzando hacia delante como hacia atrás (invirtiéndola), pudiendo comenzar el
interprete por cualquier punto de la obra, siempre que acabe cuando vuelva a
este punto de partida.
Si Stockhausen fue un maestro de la
música aleatoria, Pierre Boulez
llegó a practicarla un tanto a rastras y solo para demostrar su capacidad en
tal terreno sin abandonar una mentalidad estructural. Boulez ha dejado muchas
de sus obras incompletas dejándolas a la
hora de ser interpretadas como “obras de desarrollo”. Su primera obra en este
terreno es la Sonata[7] para piano Nº 3 (1957), pero sin duda su obra maestra en esta
campo es sus Structures II, para dos
pianos (1956-61) junto a sus tres Improvisations
sur Mallarmé insertadas en Pli selon
pli para soprano y orquesta compuestas entre 1957 y 1962. Finalmente
reseñar Figures, doubles, primes
(1963), donde el músico francés practica una sistemática muy cercana a la
sonata pianística pero aplicada a una orquesta.
Caso diametralmente opuesto al de Boulez
es el de Henri Pousseur, que no sólo
se sumó de lleno al mundo de la aletoriedad, sino que fue uno de los primeros
en practicarla. Su primera obra fue Móvil
para dos pianos de 1958, donde no sólo existe la posibilidad de elección
por parte de los intérpretes de determinados elementos no fijos, sino una
posibilidad de reacción al juego del compañero. Los mismos principios, cercanos
al teatro musical los podemos encontrar en también en obras posteriores como Rimas para diferentes fuentes sonoras (1959),
Responso para siete músicos (1960), o
la ópera Votre Faust (1967).
En España la aleatoriedad se concretiza,
nuevamente, en los compositores de la Generación del 51, siendo sus obras: Móvil para dos pianos (1959), de Luis de
Pablo; Invención móvil (1959), José
María M. Mestres-Quadreny, Formantes
(1961), Cristóbal Halffter en Espacios
variados (1962), de Carmelo Bernaola o Tomás Marco (n. 1942) con Aura (1967) entre otras.
El principal compositor dentro de esta
tendencia es sin duda en americano John
Cage (1912-1992), quién tras estudiar con Cowell y Schoenberg entre otros y
después de estar muy influenciado por Varèse de quién extrajo dos de sus
principios básicos que luego le llevarían a la indeterminación: a) el sonido,
en el más amplio sentido de la palabra (no desechando ninguno), y como
consecuencia de lo anterior: b) el abandono de la escritura tradicional
llegando muchas de sus partituras a poseer un interés visual suficiente como
para ser expuestas en alguno de los museos más importantes de Nueva York.
Entre sus primeras obras innovadoras
encontramos una serie de tres composiciones tituladas Construction de 1939, 40 y 41, donde utiliza instrumentos no
convencionales; una segunda serie son los cinco Imaginary Landscapes (Paisajes imaginarios) de 1939, 42, 42, 51 y 52,
donde utiliza distintos recursos de la música concreta y electrónica. En la
misma línea su obra Living Room Music (1940),
para percusión y cuarteto vocal, en las que las partes de la percusión han de
ser interpretadas con “cualquier objeto o elemento arquitectónico” de una
habitación (paredes, puertas, mesas, libros, etc.).
Según Cage un sonido musical no tiene
relación con el que le precede y tampoco con el que le sigue, simplemente
“era”; así la música carece de propósito; Cage buscó expresamente este
despropósito y fue esta búsqueda la que finalmente le condujo a la
indeterminación.
a)
El estructura rítmica.
b)
El piano preparado.
c)
La filosofía oriental.
d)
El silencio.
Cage ha influido en el desarrollo de la
música desde 1950 en mayor medida que ningún otro compositor, aunque fuera casi
mejor considerarlo como un filósofo de la música más que como un compositor.
Además también ha sido una persona muy activa
dentro del mundo tanto de la
danza como de la pintura, del happening y otras manifestaciones teatrales y
literarias[10].
Morton Feldman (1926-1987),
fue arrastrado hacia la aleatoriedad al buscar la manera de combinar los
sonidos lo más libre y espontánea que fuera posible. En muchas de sus obras la
música se reduce casi al silencio con sonidos, por estar estos a suficiente
distancia uno de otro en tiempo, registro y timbre. Quizá lo más destacable de
su obra sea la atmósfera textural instintiva, extremadamente delicada y
puntillista, tanto en sus obras en las que incluye la indeterminación como en
las que no, que también las tiene. También diseñó diferentes tipos de notación
gráfica siendo el primero en usar una notación gráfica no representativa. Del
conjunto de su obra destaca: Projection
I-V (1950-51) una serie de cinco
composiciones para varios instrumentos solistas y formaciones de cámara, o The King of Denmark (El Rey de
Dinamarca), de 1963 para percusión sola.
Otro compositor
norteamericano (aunque nacido en Francia), aún en activo, es Christian Wolff (n. 1934)[11], colaborador de Cage,
quién concebirá un tipo de escritura gráfica que permite, a cada intérprete,
escoger que tocar, a partir de lo que oiga a los otros intérpretes. Concretando:
por reacción a los demás. De conjunto de su obra podemos destacar piezas como Duo for Pianists I (1957), For 1, 2, or 3 People
(1964) o la más reciente Microexercises (2006).
[1] En Filosofía de la nueva música (1949).
[2] La Música electrónica será tratada de manera específica en el
Tema 57 del presente temario.
[3] Otras fueron: “abandonemos el azar al azar”, “el azar como un
fin” o “el azar por sistema”.
[4] Donald J. Grout también denomina a este procedimiento como Entropía (literalmente medida de la
incertidumbre). En GROUT D. J. y
PALISCA C. (1988): Historia de la Música
Occidental, vol. 2, pág. 873,
Madrid, Alianza.
[5] Para piano (más 3 cajas chinas), vibráfono y
glockenspiel (más 3 cencerros) y celesta (más 3 címbalos antiguos).
[6] Aún así el grupo pionero en basar sus conciertos en
improvisaciones pasa por ser el Improvisation Chamber Ensemble, fundado en
1957, en Los Ángeles por Lucas Foss (1922-2009).
[7] Hasta el día de hoy solamente dos de los cinco movimientos de la Sonata Nº 3 proyectados, en un
principio, han sido finalizados, siendo tan solo el movimiento central
Constellation, publicado en su totalidad.
[8] No fue la única aportación de Cage en cuanto a la exploración de
diferentes posibilidades tímbricas de los instrumentos tradicionales, como por
ejemplo introducción de un gong en un recipiente con agua (“water gong”).
[9] Gracias a la influencia del doctor Suzuki, un importante
divulgador del Zen en Estados Unidos).
[10] Cage fue, a lo largo de toda su vida, un activo escritor y muchos
de sus libros, que presentan sus puntos de vista musicales con agudeza e ingenio,
han disfrutado de tanta aceptación como sus composiciones. De entre ellos
podemos destacar Silence (1961).
[11] Precisamente será Wolff quién le descubrirá a Cage el “I Ching”,
libro de oráculos chinos compuesto por 64 textos, cada uno de los cuales explica
un dibujo diferente formado por seis líneas superpuestas (hexagrama). También
llamado libro de las transformaciones o de los cambios.
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