viernes, 15 de abril de 2022

PSAPPHA: IANNIS XENAKIS.

 

IANNIS XENAKIS, en el centenario de su nacimiento.

Por @Claudio Cascales

 

Para una aproximación detallada a Iannis Xenakis consultar un artículo anterior (04-06-2013): 

http://claudiocascales.blogspot.com/2013/06/iannis-xenakis-alfa-y-omegade-la.html


PSAPPHA.

Psappha de Iannis Xenakis (1922-2001), es sin duda una de las obras más significativas, originales (y geniales), interpretada y de mayor reconocimiento, tanto de crítica como de público, de la historia de los instrumentos de percusión, la cual marcó un antes y después en el repertorio, creando un estilo y tendencia de tal forma que influyó determinantemente en las dos siguientes generaciones de compositores y percusionistas, convirtiéndose así en un “clásico” de recitales, audiciones, pruebas, programas de concursos y programaciones académicas hasta nuestros días.

La obra, encargo del English Bach Festival y la Fundación Gulbenkian, fue estrenada por el percusionista francés Sylvio Gualda (n. 1939), a quién está dedicada, en el Roundhouse de Londres el 2 mayo de 1976.

Escenario de Roundhouse, Londres.

Desde su presentación, la obra causó tal impacto, que se convirtió en referencia (icono), del catálogo de la música contemporánea para multipercusión a solo y que cualquier intérprete que se preciara debía tener en su repertorio y hasta hoy en día sigue siendo así, a pesar que desde su estreno, pasaría casi una década antes de que otro percusionista se atreviera a interpretar en concierto la pieza. Esto da una muestra de lo avanzado de su concepto estético, comprensivo, compositivo e interpretativo. Destacamos que uno de los primeros fue el catalán Xavier Joaquín (1947-1996), además de Sumire Yoshihara (n. 1949) y Gert Mortensen (n. 1958), tras ellos la lista se ampliaría de forma exponencial, entre los que se podríamos destacar son: Roland Auzet (n. 1964),  Pedro Carneiro (n. 1975) y Steven Schick (n. 1958), a día de hoy la mayor autoridad con respecto a la pieza y del que recomendamos su reseña en su libro The Percussionist’s Art (University o Rochester Press, 2006; pags 192-203).

En Psappha encontramos una obra lineal al tiempo que polifónica, en la que los timbres crean una especie de totum sonoro, tan objetivo como espiritual, tan sacro como profano, tan desnudo como cálido, tan terrenal como celestial.

Psappha es una pieza única, absoluta y genial en su concepto, pero emocional y expresiva en su interpretación, la cual ha de transmitir intensidad, crear expectación, captar la atención de la audiencia y en definitiva hacerla una obra de arte sonoro inmaterial en el objeto, efímera en el tiempo, conservada en la memoria, cargada de energía, siempre viva, eterna y universal, una pieza que podría encontrar el lado más humano de la música.

Iannis Xenakis (1922-2001)

Psappha no es la única pieza de Xenakis en la que los instrumentos de percusión son protagonistas. A continuación exponemos la siguiente relación:

Percusión solista

Psappha (1976), Rebons A y B (1987-88)

Grupo de Percusión

Persephassa (1969), Pléïades (1978), Idmen A y B (1985), Okho (1989).

Música de Cámara

Dmaathen (1976), Aïs (1980), Komboï (1981), Chant de Soleils (1983), Kassandra (1987), Oophaa (1989), Zythos (1996), O-Mega (1997)

 

GÉNESIS, CONCEPTO Y PROCEDIMIENTO COMPOSITIVO.

Gualda ya había trabajado con el compositor desde comienzos de los 60’, quién tras asistir a su interpretación de 14 Stations pour Percussion et Six Instruments (Marius Constant, 1971), le comentó que estaba interesado en escribir una pieza para percusión solo pensada para él.

Xenakis tenía la idea de que su composición estuviera basaba en el ritmo. En otoño de 1975 se puso a trabajar en ella teniéndola acabada a comienzos del año siguiente. Muy al contrario de lo que se piensa, Gualda en ningún momento aconsejó ni estuvo presente en el proceso de composición. Xenakis compuso  Psappha sin ninguna sugerencia: Un genio. A pesar de eso la obra goza sorprendentemente de un carácter idiomático sin precedentes. Según palabras de Gualda:

“Mi cometido fue limitarme a lo que está escrito, aunque eso no significa tocar simplemente lo anotado, hay que ir más allá de las notas. Pronto concebí Psappha como algo trágico, algo extremadamente intenso y lleno de energía”.

Sylvio Gualda (n. 1939)

Psappha se basa en el ritmo. Xenakis, como en cada una de sus obras, se inspira en mitos o hechos culturales de la Grecia Antigua, algo que conjuga dos referentes en su música: la atemporalidad y su formulación abstracta.

En este caso el compositor greco-francés alude a Safo (Safo de Mitilene o Safo de Lesbos), poetisa griega de la época arcaica, catalogada por Platón como la “Décima musa”, la cual escribió en dialecto eólico, creó la estrofa sáfica y un nuevo concepto rítmico y métrico, con grupos de dos, tres, cuatro…, sílabas que Xenakis implementó sucesivamente en forma de ostinati por toda la pieza, aplicando la Teoría de Cribas de muy variadas formas, con tan solo una “disonancia rítmica”, las cinco notas (quintillo), entre los pulsos 70 y 74, además de la indicación (2 ou 3 coups par point), a partir del 2023, para los redobles (trémolos).

PARTITURA, EDICIÓN Y NOTACIÓN.

La partitura está editada desde 1976 por Salabert, con el número de catálogo EAS17346 (su segunda edición data de 1986 y su tercera de 2013). Tiene 12 páginas, portada y contraportada incluidas, si bien la partitura se desarrolla tan solo en nueve de ellas en formato horizontal. Sus dimensiones son 50 cm por 34,29 cm.

Psappha, portada (Ed. Salabert, 1986)

La notación de la obra quizás sea una de las cuestiones que más controversia y admiración al mismo tiempo haya suscitado desde su edición y que en realidad no es más que fruto de la claridad de lectura, la practicidad y eficacia interpretativa. Todo ello mérito de Gualda, quién tras ver la notación del compositor no entendió nada, apenas se podía apreciar lo escrito ya que todo lo anotado tenía un tamaño muy reducido.

*Aún recuerdo como a mi profesor Xavier Joaquín (quién grabó la pieza hasta en dos ocasiones), le pasó exactamente lo mismo, pero con la notación en cuadrícula, cuando comenzó a estudiar la partitura en 1982, con lo que tuvo que viajar hasta París para reunirse con Gualda, que no solamente le explicó la novedosa notación, si no que le introdujo en el espíritu de la obra de manera cordial (Nota del autor).

En efecto, Xenakis solo escribió puntos pequeños, sin ninguna otra referencia que, ante la contrariedad del solista le dijo literalmente: “Haz lo que quieras con la partitura” (…) “Que te quede clara”. Y le dio el teléfono de la editorial Salabert en Londres para que se aclarara con ellos, sugiriera lo que estimara oportuno y le diera solución al problema.

Lo primero que pidió Gualda fue una partitura de unas dimensiones inusuales para la época (de 50 centímetros), con todo mucho más visible y entonces sugirió lo que de verdad ha caracterizado a esta obra inmortal: el sistema de cuadrículas, con líneas horizontales (monogramas, bigramas, trigramas), unidos por sistemas para la localización y altura de los grupos de instrumentos, las líneas verticales para los pulsos (2396 concretamente, numerados de diez en diez), sin métricas ni ritmos, tan solo puntos (todos iguales y ubicados en los vértices de los cuadrados), indicaciones metronómicas de tempi (estables y graduados, hasta seis indicaciones), los cuales marcan tan sólo la velocidad mínima, matices (de p a ffff), acentos (y dobles acentos).

Psappha, primer sistema (Ed. Salabert, 1986)

Cuando la partitura estuvo impresa y Xenakis la vio exclamo: “Esto es fantástico!!!”. Salabert había hecho un gran trabajo aportando otro detalle de calidad para que la pieza creciera, tanto que cualquier otra transcripción a partitura convencional se haría del todo ineficaz, desnaturalizada y sin la esencia de su origen.

Por tanto, a Sylvio Gualda le debemos la notación de Psappha, a él se le ocurrió por ser la más idónea para su interpretación. Una notación novedosa para mediados de los años 70’ del pasado siglo. Una notación posible. El original era impracticable.

Además entre ambos elaboraron una nota explicativa (en la última página), sobre la instrumentación (sugerida y no obligada), que en cualquier caso ha de ser equilibrada en su sonoridad y tipología de instrumentos (membranas, maderas y metales), junto con una amplia gama de acentos escritos en francés, también abiertos a la interpretación:

1 intensité plus fôrte.

2 changement brusque de timbre.

3 changement brusque de poids.

4 ajout brusque d’un autre son et le jouer simultanement avec celui du temps non accentué.

5 combinaison simultanée des signification précédentes.


INSTRUMENTACIÓN.

Para interpretar Psappha se requieren de 16 fuentes de sonido en total, divididas en dos categorías. Una con 9 instrumentos y otra con 7. Así la partitura explicita un total de seis grupos instrumentales (timbres), clasificados de la A a la F. Xenakis especificó a Gualda que en ningún caso debería de ser instrumentos convencionales y que la sonoridad debía buscarla lo más primitiva y natural, sin referencias étnicas o clásicas.

Todos los grupos a su vez se clasifican por alturas estando numeradas de la 1 a la 3, con excepción de la letra E que solo tiene una.

Las letras A, B y C son membranas y/o maderas, las letras D, E y F, corresponden a instrumentos de metal. En cualquier caso, todos los instrumentos son sugeridos, todas las sonoridades están abiertas al criterio del intérprete, siempre que sean equilibradas. Xenakis siempre quiso el mayor sonido posible.

Para su estreno Gualda trató de reunir el espectro más amplio posible tanto en volumen, timbre y altura con el fin de potenciar una sonoridad adecuada a pesar de la velocidad, la cantidad de notas y el virtuosismo extremo. Sin duda acertó. En todo momento evitó instrumentos que le hicieran tocar una articulación staccato, ya que a pesar de todo su concepto fue el de pretender en todo momento un sonido redondo y profundo, por lo que siempre se decantó por una interpretación que podríamos calificar como de détaché, en analogía con los instrumentos de cuerda.

En palabras de Gualda: Xenakis nunca me dijo qué instrumentos hubiera querido si él mismo fuera a tocar Psappha, sino que me dejó desarrollar mi interpretación como yo quisiera”.

Sylvio Gualda.

De tal forma que para los instrumentos del grupo A usó madera de Iroko, una madera densa, muy resistente y con un timbre penetrante. Para los del grupo B, utilizó una conga y bongós, ambos de piel natural. Para los del grupo C, tom-toms profundos. Para los metales de los grupos D, E y F, se hizo con un arsenal de ferralla del entonces en construcción Centro Pompidu (el edificio fue inaugurado en enero de 1977). A Gualda tampoco le faltó nunca un gran bombo de concierto.

Hemos de destacar que, si el orgánico instrumental es totalmente sugerido, la disposición del set con respecto al intérprete es totalmente libre, careciendo de un gráfico (diagrama), para el set-up, quizás tan necesario en este caso y que ya era habitual en la música para percusión del momento (Stockhausen, Wourinen, Lachenmann, Berio, Smith Brindle, Nørgård…), lo que nos demuestra que Gualda solo tuvo la partitura cuando estuvo terminada, siendo su tan valorada colaboración y aportación a la obra, una vez que esta estuvo concluida.

Sin embargo la colocación (ubicación y distancias), del instrumentarium, es así mismo esencial y tendrá un gran impacto visual, afectando no solo al conjunto sonoro de la pieza, sino que además determinará una óptima interpretación y hará que este verdadero reto artístico, mental y físico de 12:30 minutos, una performance única entre las piezas para percusión a solo. No veremos dos colocaciones iguales y realmente la creatividad para resolver este hándicap por parte de los percusionistas no tiene límites.

De la misma forma no se sugieren baquetas, ni tipología ni número. Se ha de tener en cuenta que en momentos determinados el intérprete a de tocar 11 de los 16 instrumentos al mismo tiempo, todo ello sin perder intensidad, por lo que podemos encontrar interpretaciones con dos a cuatro baquetas (de varios tipos), y casi se ha hecho fijo la utilización de un bombo a pedal, quizás eficaz pero del todo fuera de contexto.

ESTRUCTURA FORMAL.

Si bien es verdad que Psappha se puede considerar como una pieza conceptual, fuertemente estructurada, sutilmente ensamblada, de gran espectacularidad y volumen, además del sonido tiene como elemento así mismo esencial, en un determinado momento, el silencio, inmóvil, nuclear, donde casi se corta la respiración (984-1202).

La pieza se podría dividir en ocho secciones que acotamos a continuación atendiendo a la numeración de pulsos de la propia partitura, aunque no se puede descartar segmentos dentro de ellos además de los famosos temas o ideas tamizados:

Sección 1: [0 : 518]

Sección 2: [519 : 739]

Sección 3: [740 : 989]

Sección 4: [990 : 1410]

Sección 5: [1411 : 1589]

Sección 6: [1590 : 1720]

Sección 7: [1720 : 2175]

Sección 8: [2176 : 2396]

 

                                                                    Temas tamizados.

INTERPRETACIÓN

En palabras de Sylvio Gualda: 

En el comienzo de la pieza ya tengo en la cabeza la energía final. Necesitas mantener la intensidad en los doce minutos y medio que dura la pieza”.

Si escuchas mis grabaciones con suficiente concentración, verás que nunca me limito a ejecutar las notas. Siempre trato de ir más allá de las notas. Ya sea para 14 Stations, Phœnix*, May*, Rebonds, Psappha, Aïs o Kassandra, intento revelar algo en la música más allá de las notas”.

* (François-Bernard Mâche, Phœnix, 1982). * (Nguyen Thien Dao, May, 1972).

Habida cuenta de lo anterior para la interpretación de Psappha, antes que nada se necesita compresión, concentración, intuición, actitud, determinación, etc., conceptos hermeneúticos pero que realmente dan sentido a la ejecución de una pieza fuera de lo común.

Muy importante es tener una gran fuerza mental y resistencia física si se pretende conseguir el nivel de exigencia expresiva a lo largo de la duración de la pieza.

Su estudio ha de ser en todo momento a base de repeticiones lentas de pequeños fragmentos independientes, que irán progresivamente aumentando la velocidad y ensamblándolos con anteriores y posteriores. En todo momento se realizará un aprendizaje cognitivo y reflexivo, en el que la memoria, el crecimiento y asunción de la obra, junto a la técnica, se han de implementar en una ejecución en la que todo ha de estar interrelacionado con dos importantes derivadas: una personal (introspectiva), y otra universal (extrospectiva).

Su enfoque interpretativo ha de ser (es), único y diferente al resto de piezas para percusión escritas hasta ese momento (luego vendrían muchas). Ritmo, fraseo, textura, tempo, agógica, orgánico, timbre, etc., etc., son elementos que quedan eclipsados por el propio concepto cartesiano de la obra, como un todo objetivo y con un fin innegociable: transmitir a la audiencia la intensidad sonora, sin otro referente que no sea la efectividad de la propia esencia de la música en su máxima expresión, evocando en todo momento a la Grecia clásica y su tragedia.

                                                        Iannis Xenakis y Sylvio Gualda



 

lunes, 7 de febrero de 2022

PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA CONSERVATORIO

 

PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA CONSERVATORIO

ESQUEMA/ÍNDICE

Adaptada a las especificaciones de las oposiciones para el Cuerpo de Profesores de Música y Artes escénicas. Resolución CEC/SAE/SER-58/2005, de 9 de septiembre de 2005 (En aplicación de lo dispuesto en el artículo 68, puntos 6, 7 y 8 de la LOCE), de la Secretaría Autonómica de Educación, por la que se dictan instrucciones sobre la organización y el funcionamiento de los conservatorios profesionales de música y de danza de la Región de Murcia (Artículo 33, punto 3).

Para más INFORMACIÓN y/o DESARROLLO consultar con el autor.

@ClaudioCascales

 

PORTADA.

 

ÍNDICE.

 

1  INTRODUCCIÓN.

1.1 Concepto de Programación. Marco legal.

1.2 Niveles de Concreción Curricular. Características. Objetivos.

1.3 Información adicional sobre la Programación.

 

2 JUSTIFICACIÓN DEL CURSO ELEGIDO.


3 CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN.

3.1 Centro Educativo.

3.2 Contexto Sociocultural y económico.

3.3 Oferta Educativa.

3.3 Recursos Humanos.

3.4 Dotación.

 

4 OBJETIVOS.

4.1 Concepto. Marco Legal.

4.2 Objetivos Generales de las Enseñanzas Profesionales de Música.

4.2 Objetivos Específicos de las Enseñanzas Profesionales de Música.

4.3 Relación de los Objetivos específicos de las Enseñanzas Profesionales de Música con los del Curso elegido.

 

5 CONTENIDOS.

5.1 Concepto. Marco Legal.

5.2 Contenidos Generales para el Grado Medio de la especialidad.

5.3 Contenidos Específicos para el Curso elegido.

 

6 METODOLOGÍA.

6.1 Concepto.

6.2 Metodología Didáctica Básica.

6.3 Metodología Didáctica Específica.

 

7 RECURSOS MATERIALES Y ESPACIOS.

7.1 Concepto.

7.2 Materiales.

7.3 Espacios.

7.4 Métodos Didácticos y Obras de Repertorio del curso al que se dirige la Programación.

 

8 ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS Y EXTRAESCOLARES.

8.1  Conceptos.

8.2  Actividades por trimestre.

 

9 UNIDADES DIDÁCTICAS.

9.1 Concepto. Planteamiento y Justificación.

9.2 Temporalización por Trimestres.

9.3 Mapas de Concreción Curricular por UUDDs.

 

10 EVALUACIÓN.

10.1 Concepto y tipos.

10.2 Marco legal.

10.3 Criterios de Evaluación y su relación con los Criterios de Evaluación del Curso elegido.

10.4 Procedimientos e Instrumentos de Evaluación.

10.5 Actividades de Recuperación.

10.6 Criterios de Calificación.

 

11 ATENCIÓN AL ALUMNADO CON NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO EDUCATIVO. ADAPTACIONES CURRICULARES.

11.1 Concepto. Marco legal.

11.2 Tipología de alumnado de Atención a la Diversidad.

11.3 Tipos de Adaptaciones Curriculares y Estrategias Metodológicas para el alumnado que lo precise (Atención a la Diversidad).

 

12 UTILIZACIÓN DE LAS TIC.

12.1 Introducción. Concepto. Marco legal.

12.2 Ventajas e inconvenientes.

12.3 Recursos TIC en el aula de instrumento.

 

13  TEMAS TRANSVERSALES.

13.1 Concepto. Marco legal.

13.2 Implementación en la Programación didáctica.

 

14 EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE Y DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA.

14.1 Introducción (Justificación).

14.2 Evaluación de la Práctica Docente.

14.3 Evaluación de la Programación Didáctica.

 

FUENTES

Legislación.

Bibliografía. 

Otras fuentes.

ANEXOS

 

 

sábado, 8 de enero de 2022

EL CONCIERTO DE AÑO NUEVO

 

EL CONCIERTO DE AÑO NUEVO.

Por @ClaudioCascales

Sin duda el Concierto de Año Nuevo  (en alemán Das Neujahrskonzert), es el evento musical más conocido, exclusivo, divulgado y con mayor repercusión a nivel mundial de nuestros días. Cada 1 de enero la Orquesta Filarmónica de Viena deleita al mundo con un concierto de música clásica festivo y divertido (a veces hasta desenfadado con gags, bromas y dramatizaciones hilarantes atribuidas al percusionista nacido en Salzburgo Frank Broschek -1919-2008-), para celebrar el Año Nuevo, con obras que se pueden catalogar como de “Clásicos populares” en los que además de piezas de música de salón decimonónicas tales como valses, polcas, marchas, galops, cuadrillas, etc., se pueden incluir otras procedentes de óperas y operetas, sin descartar alguna otra que pueda encajar en el que ya podemos denominar canon del Concierto de Año Nuevo.

Wiener Musikverein

El concierto (¿show?), tiene lugar en la  Goldener Saal (Sala Dorada), si bien es verdad que no es cómoda para el público asistente, ni por la visibilidad, ni por sus incómodas butacas, sí tiene con una acústica como pocas. Para este concierto la sala es adornada exuberantemente con motivos florales en los que predominan los colores pastel y cálidos.

La sala se encuentra en el Wiener Musikverein (edificio de la Sociedad Musical de Viena), ubicada en la Karlsplaz de la capital austriaca. Fue construida por Theophil Hansen (1813-1891), y se inauguró el 6 de enero de 1870. Arquitectónicamente es de inspiración neoclásica, en la que destacan sus características cariátides, realizadas por Franz Melnitzky (1822-1876), y las pinturas representando a Apolo y las nueve musas de su artesonado de August Eisenmenger (1830-1907), además de sus balcones, sus ocho espectaculares de lámparas de cristal de Bohemia, su órgano al fondo del escenario (con la inscripción Gesellschaft der Musikfreunde), sobre seis columnas, etc.

Su forma es rectangular con 48,80 metros de longitud, 19, 10 metros de ancho y 17, 75 metros de altura. Desde el momento de su inauguración ha sido considerada con una de las tres mejores salas de conciertos del mundo (junto con el Symphony Hall de Boston y el Concertgebouw de Ámsterdam), además de por su forma, por su recubrimiento de madera, el falso techo, también de madera y el espacio hueco bajo el suelo de madera que hace de caja de resonancia.

Sala Dorada

Con todo ello, la verdadera protagonista del evento es la Wiener Philharmoniker (literalmente Filarmónicos Vieneses), una de las cinco mejores orquestas sinfónicas del mundo del mundo. Un vez más aclaramos que el término filarmónico y sinfónico sin bien son sinónimos, ya que ambas se refieren a la misma formación musical, las instituciones que lo sustentan y lo gestionan no: filarmónico (sociedades privadas), y sinfónico (administraciones públicas), con numerosos matices y excepciones, sin ir más lejos el Concierto de Año Nuevo es patrocinado por una marca exclusiva de relojes.

La Wiener Philharmoniker fue fundada en 1842 por el compositor y director prusiano Otto Nicolai (1810-1849), teniendo desde entonces directores titulares de tanto renombre como Hans Richter (1843-1916), Gustav Mahler (1860-1911), Wilhelm Furtwängler (1886-1954), o Clemens Krauss (1893-1954), siendo directores invitados prácticamente la totalidad de figuras, dentro del mundo de la dirección, en cada momento desde su fundación tales como Toscanini, Mitrópoulos, Ansermet, Szell, Karajan, entre más de un centenar.

Wiener Philharmoniker 

En la actualidad la Wiener Philharmoniker no tiene un director titular, siendo en cada concierto de abono, gira, festival o grabación, diferente. El Concierto de Año Nuevo en principio contaba con un director titular, pero desde 1987 es invitado, al igual que para el resto de la temporada, conociéndose generalmente los días previos de un concierto el director del año próximo. El primer director invitado al Concierto de Año Nuevo fue Herbert Von Karajan (1908-1989), desde entonces la lista ha sido larga con nombres como Claudio Abbado, Zubin Mehta, Ricardo Mutti (quién ha dirigido el concierto en seis ocasiones, el que más sin contar a Boskovsky), Christian Thieleman o Daniel Baremboin, entre otros. El concierto aún no ha sido dirigido por una mujer.

La sonoridad única en el mundo de la Orquesta Filarmónica de Viena viene determinada, además de la gran calidad de sus músicos (y desde 1997 músicas, siendo en la actualidad 19 mujeres de los más de 100 profesores que completan su plantilla), además de por su sede, la Sala Dorada, por sus propios instrumentos y técnicas de ejecución e interpretación, que han pasado de generación en generación desde hace más de 150 años.

Instrumentos como los clarinetes con boquillas especiales que requieren el uso de lengüetas (cañas), así mismo especiales, las trompetas con mecanismo de cilindros y de tubo más estrecho y los instrumentos de percusión (timbales y caja), con parches de piel a la antigua usanza, pueden ser un buen ejemplo de ello. Además también influye la ubicación de las diferentes secciones sobre el escenario: violines primeros a la izquierda, violines segundos a la derecha, contrabajos en la última fila detrás de los metales y percusión en el fondo a la izquierda (incluidos los timbales).

Vista de la sala desde la posición del timbal

La historia del concierto se remonta a la nochevieja de 1939 (no entraremos aquí en sus conexiones e implicaciones políticas que fácilmente el lector puede suponer e investigar en la red), siendo desde 1941 el primero de enero la fecha en la que se celebra ininterrumpidamente hasta nuestros días, incluso en la edición de 2021 se celebró sin público asistente por la pandemia.

Sin duda su progresiva popularidad se gestó a partir de 1959 cuando la radiotelevisión austriaca la Österreichischer Rundfunk (ORF), comenzó a retransmitirlo en directo. Desde entonces su audiencia ha crecido exponencialmente y se estima que en la actualidad podría llegar a los 1.000 millones de espectadores en más de 50 países, potenciada por su retransmisión en internet y la plataforma Medici.tv.

El programa completo, a día de hoy, tiene una duración de 2 horas. En España aunque con algún precedente, se retransmite por la televisión pública y Radio Clásica desde 1973 (además de Radio 5 y otras), siendo nuestro admirado y recordado José Luis Pérez de Arteaga (1950-2017), la voz de referencia para los comentarios hasta su fallecimiento, tomando el testigo el también periodista musical Martín Llade (n. 1976), quién ha demostrado ser un más que digno sucesor y al que auguramos una larga vida de locuciones para este concierto único.

José Luis Pérez de Arteaga (In memorian)

Además del propio concierto, la ORF (con un inusual despliegue de medios), aprovecha la ocasión para mostrar al mundo los más bellos edificios, lugares y paisajes vieneses, al tiempo se muestran coreografías pregrabadas de gran belleza y plasticidad, protagonizadas por los solistas del Ballet de la Ópera Estatal de Viena, todo ello con una calidad de imagen en HD, sonido, fotografía y ambientación exquisita, que hacen que el concierto sea aún más interesante para el espectador.

El repertorio del concierto como se ha referido con anterioridad se basa principalmente en músicas de salón del siglo XIX tales como valses, polcas, marchas, mazurkas, galops, cuadrillas, contradanzas y otras piezas de carácter, además de ópera y opereta, siempre teniendo como referencia a la dinastía Strauss, Johann (padre), Josef, Eduard y especialmente Johann (hijos). Al tiempo también aparecen compositores coetáneos más o menos conocidos que pueden ir desde Mozart, Wagner, Offenbach o Verdi a Ziehrer, Lanner, Lehár, Von Suppé o el propio Otto Nicolai e incluso compositores locales desconocidos.

El concierto consta de dos partes (con una pausa de 25 minutos donde se suele emitir un documental sobre las excelencias culturales y naturales austriacas), con un programa cerrado pero que "todo el mundo" (sic), sabe que se le añadirán tres propinas, que si bien fueron incluidas desde años anteriores, fueron consolidadas por Willi Boskovsky (1909-1991), primero concertino de la propia orquesta y después director del Concierto de Año Nuevo en 25 ocasiones, a partir de las retransmisiones televisivas.

Willi Boskovsky

Estas tres piezas son una polca (la cual es diferente cada año), el vals An der schönen blauen Donau op. 314 (En el bello Danubio azul), de Johann Strauss hijo y la Radetzky Marsch (Marcha Radetzky), de Johann Strauss padre, esta última acompañada con palmas con la misma voluntad que falta de gracia por parte del variado público asistente, a pesar de los "esfuerzos del director por evitarlo" (sic).

Radetzky Marsch, 1848.

Después de la polca, tras los primeros compases de la introducción de En el bello Danubio azul, es de rigor que el director felicite el Año Nuevo en alemán con ya la mítica frase: “La Filarmónica de Viena y yo les deseamos…”, a la que los miembros de la orquesta responden rítmicamente y al unísono de forma responsorial “!!!Feliz año nuevo!!!”.

Además se ha establecido que los diferentes directores den un pequeño discurso que habitualmente está dirigido en favor de la paz y la concordia entre los pueblos del mundo y la necesidad de la música como nexo común, social, emocional, educativo y comunicativo de la humanidad.

Cualquier aficionado (o no), a la música de cualquier parte del mundo puede asistir al concierto comprando las entradas (dos por persona), para cada uno de los tres conciertos, en el caso de ser ganador de un sorteo que se realiza en el mes de enero (o febrero en ocasiones), y se gestiona a través de la web de la orquesta debido a la gran demanda de localidades y con el fin de que todas las personas del mundo tengan las mismas posibilidades de asistir, siendo el aforo de la Sala Dorada de 1744 asientos y 300 de pie. De estas 2044 localidades tan solo se sacan a sorteo 700 ya que el resto son invitaciones para autoridades, patrocinador, miembros de la orquesta retirados y familiares de los miembros de la orquesta en activo.

Las entradas pueden adquirirse bien para el propio Concierto de Año Nuevo (11:15 horas), en el cual los precios oscilan (año 2022), entre los 35 y los 1200 euros, el Concierto de Nochevieja, también llamado de San Silvestre, la tarde del 31 de diciembre (19:30 horas), cuyos precios oscilan entre 25 y 860 euros y el Ensayo General, durante la mañana del 30 de diciembre (11:00 horas), cuyos localidades se pueden adquirir entre 20 y 495 euros.

Con el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se ha establecido una tradición en muchos hogares del mundo el primer día de enero. El cambio de año es momento para nuevos propósitos e ilusiones, un reto de 365 días por delante que se inicia mucho mejor frente al televisor en familia, escuchando una música alegre, pegadiza y ensoñadora, que nos llega al corazón, nos envuelve, nos ilusiona, nos hace respirar, nos hace más felices..., estando convencidos que gracias a ella el mundo y la humanidad puede ser mejor y más justo, con mayores esperanzas, quizás no tengamos otra oportunidad así a lo largo del año. 

Ohhh..., Pero...si son las 11:15!!!! Comienza el concierto!!! A disfrutar!!!

lunes, 27 de diciembre de 2021

¿ROLAND KIRK "RAHSAAN" GENIO O EXCÉNTRICO?

ROLAND KIRK "RAHSAAN"


Os dejo un más que interesante video (muy corto para no cansar) del multiinstrumentista norteamericano Roland Kirk apodado “Rahsaan” (1936-1977), uno de esos músicos únicos capaz, a pesar de ser ciego desde los dos años, de ser un auténtico virtuoso y/o habilidoso e inventivo intérprete capaz de tocar al tiempo tres instrumentos (saxos o variedades de ellos), a la vez, además de la flauta y otros artilugios inventados por él, algunos de ellos tocados con la nariz.

Técnica y creatividad sin límites truncados por su prematura muerte a los 41 años, lo que no impidió dejar para la posteridad más de cincuenta álbumes y numerosos registros audiovisuales.

Disfrutad del tema Three For The Festival en un registro de 1963.

Cuatro detalles.- 1 con todo el tío es capaz de mirar la hora que es; 2 poner el micrófono en la dirección adecuada para su amplificación; 3 la dificultad para tocar con la mano derecha en el registro agudo es brutal; y 4 el batería Daniel Humair (n. 1938), también toca raro de cojones; Sorprendente!!

Nota.- Los otros dos músicos del vídeo son Georges Gruntz (piano), suizo, al igual que el batería y el francés Guy Pedersen (contrabajo).



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