miércoles, 16 de octubre de 2019

INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN


INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN
@ClaudioCascales



1.      ETIMOLIGÍA Y DEFINICIÓN

La palabra PERCUSIÓN procede del verbo latino percutio-ere (golpear, batir), cuyo prefijo deriva de la preposición de acusativo per (a través de, por medio de), seguida del verbo transitivo quatio (sacudir, golpear, batir).

Se puede definir como INTRUMENTO DE PERCUSIÓN a cualquier instrumento musical -u objeto sonoro de cualquier otra naturaleza- que produzca su sonido al golpear, entrechocar, agitar, friccionar, puntear, etc. (bien con las propias manos, los dedos, pies, a través de baquetas o sistema mecánico -o cualquier combinación de todos ellos-), de un cuerpo elástico de cualquier material (natural o sintético).

2.     DENOMINACIONES

PERCUSIÓN

INGLÉS
FRANCÉS
ITALIANO
ALEMÁN
RUSO

Percussion
Batterie
Percussione
Schlagzeug
Перкуссия




3.     CLASIFICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN

TRADICIONAL (Derivada de la Orquesta sinfónica)

Instrumentos de sonido determinado
Instrumentos de sonido indeterminado

CURT SACHS y E. Von HORBONSTEL (Empírica)

Idiófonos
Membranófonos

CLASIFICACIÓN ACTUAL (Construcción y técnica instrumental)

Membránas
Láminas
Planchas metálicas
Pequeña percusión




4.     BREVE HISTORIA

Tras la voz, el instrumento más natural y expresivo, capaz de transmitir los sentimientos y emociones más profundos, la percusión del propio cuerpo (palmadas, golpes en pecho, muslos... y fuertes pisadas en el suelo), fue el primero de los instrumentos musicales de la historia relacionado con el ritmo -el elemento musical más primitivo y asociado a la danza-, allá por los albores de la humanidad. El siguiente paso fue la utilización de objetos que el entorno proporcionaba al hombre como instrumentos percutidos -piedras, troncos, palos, huesos, conchas, etc.-, tanto con las propias manos, como con baquetas rudimentarias o chocándolos entre sí, he incluso friccionándolos y/o agitándolos.

A partir de ese hecho y progresivamente, se tiene constancia de que, ya en el Neolítico, en torno al 9.000 a. C., el hombre se encontró en disposición de manufacturar de manera, aún muy rudimentaria, sus primeros instrumentos musicales de percusión, al tiempo que aprovecha utensilios de su entorno cotidiano con el mismo fin, cumpliendo funciones ceremoniales, rituales, festivas, mágicas, relacionadas con las actividades de su ciclo vital y su conexión con fenómenos de la naturaleza y el mundo espiritual.

Desde entonces y gradualmente los instrumentos de percusión van apareciendo y evolucionando en torno al contexto socio-cultural y musical de las distintas civilizaciones de la antigüedad: Mesopotamia, Persia, Egipto, China, Japón, Incas, Mayas, Grecia, Roma, etc., asociados a multitud de actividades tanto religiosas como paganas.

Durante la Edad Media los instrumentos de percusión tienen su contexto natural en la música popular profana, debido a la expresa prohibición de ser utilizados en la música religiosa, por su condición de paganos y portadores del ritmo, sin duda el elemento musical más denostado por la Iglesia, por su alto contenido excitante y por tanto inadecuado para crear el clima ideal para el culto.

En esa época la cantidad de instrumentos de percusión se amplió notablemente, muchos de ellos fueron traídos a Europa por dos vías principales: la primera desde comienzos del siglo VIII, por la Península Ibérica tras la invasión musulmana y la segunda por el este, desde Tierra Santa por los Cruzados (a partir del siglo XII). Ambas vías fueron con toda seguridad el origen, la función y los contextos, en los que los fueron utilizados los instrumentos de percusión hasta el siglo XV.

Posteriormente, tras la Caída de Constantinopla (1453), los instrumentos de percusión fueron asociados junto a la trompetería -sobre todo timbales y tambores-, a la alta aristocracia y a la música militar: caballería (timbales), infantería (tambores), como símbolos de grandeza y poder, junto a escudos, estandartes y banderas.

Se atribuye al compositor italiano Orazio Benevoli (1605-1672), la primera inclusión de los timbales, -y por tanto de los instrumentos de percusión en la orquesta-, en su Misa festiva para la Consagración de la Catedral de Salzburgo (1628), una obra característica del Barroco colosal, también llamada Missa Salisburgensis á 53 voci, atribuida muy posteriormente Heinrich Ignaz Franz Biber (1644-1704), y datada de la misma forma mucho después en 1682. En la partitura los timbales doblan en todo momento a las trompetas en dos grupos colocados antifonalmente (Loco I y Loco II). Bien es verdad que se especula con la posibilidad de que los timbales fueran utilizados mucho antes en este tipo de piezas, a pesar de no estar acreditados en las partituras, desde comienzos del siglo XVII (La Favola d'Orfeo; Claudio Monteverdi, 1607).

Un hecho que puede ilustrar la progresiva relevancia de los instrumentos de percusión en la historia de la música occidental y más concretamente en su participación y desarrollo en la orquesta sinfónica es que, a partir del siglo XVI, aparecen en todos los grandes tratados prácticos de organología, desde Musica Getutch de Sebastian Virdung (1511), hasta el Syntagma musicum de Michael Praetorius (1614-19).

Los instrumentos de percusión pasaron en apenas cien años, de ser utilizados casi de manera anecdótica, por los compositores de finales del Barroco y comienzos del Clasicismo, en contadas ocasiones en obras de carácter ceremonial: misas solemnes, coronaciones, bodas reales y aristocráticas y otros grandes fastos, doblando y reforzando las intervenciones regias de los instrumentos de metal, marchas, procesiones y desfiles, a tener sus primeras intervenciones en la música dramática e incidental: Thésée (J.B. Lully, 1675), Esther (N.A. Strungk, 1680); sus primeros solos concertantes: The Fairy Queen (H. Purcell, 1692); y finalmente su inclusión como instrumento de “color” y exotismo, gracias a la moda por lo oriental en la segunda mitad del siglo XVIII, procedente de la música de la Banda de Jenízaros, guardia militar de infantería otomana, la cual utilizaba para sus desplazamientos una agrupación de instrumentos de percusión formada por: bombo, platos chocados, crótalos, pandereta, triángulos y el denominado “pabellón turco” (creciente turco o sombrero chinesco). En un principio, el término "Música turca" (Musica alla turca) significaba cualquiera o todos los diversos instrumentos tomados de la banda jenízara. En última instancia, el término se convirtió en sinónimo del uso del bombo, platillos, triángulo, y a veces la pandereta.



Pabellón turco (Universidad de Edimburgo)

La inclusión de la denominada “Percusión turca”, tanto en el género operístico por compositores como C.W. Gluck (Alceste, 1767), o W.A. Mozart (El rapto en el serrallo, 1782), y su definitiva consolidación en la música sinfónica: F.J. Haydn (Sinfonía nº 100 en SolM “Militar”, 1794), y L. van Beethoven (Sinfonia nº 9 en Rem “Coral”, 1824), marcaron el camino y la dirección en la que los instrumentos de percusión se desenvolverían a lo largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX, con intervenciones estelares en las obras de Rossini, Berlioz, Bizet, Wagner, Saint-Saëns, Rimsky-Korsakov, Tchaikovsky, Puccini, Mahler, Debussy, Strauss, Stravinsky, solo por nombrar los más destacados.



Una buena muestra de la importancia adquirida por los instrumentos de percusión y su transcendencia en la música para orquesta es que, desde ese momento han tenido un destacado lugar tanto en construcción y descripción, como en posibilidades tímbricas y técnicas en todos los tratados importantes de orquestación e instrumentación, desde el Gran tratado de instrumentación y orquestación moderna de Hector Berlioz (1844).



Pero sin duda la eclosión del mundo de los instrumentos de percusión llegó en el periodo denominado “de entreguerras” ya en el siglo XX, entre la Gran Guerra (1914-1818) y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), debido a la crisis de valores sociales y morales, que provocan que se originen y desarrollen una serie de movimientos, tendencias artísticas y de pensamiento, que fueron referencia y paradigma a lo largo de todo el siglo XX.



Para entender la definitiva presencia, evolución e importancia de los instrumentos de percusión en la orquesta actual, hemos de hacer referencia a varios hechos que han sido fundamentales para su desarrollo, ya que si bien se originan dentro la música de cámara, el grupo de percusión o la música concertante, por las características de la orquesta del siglo XX, se incluyeron con naturalidad y sin reservas hasta llegar a ser una sección con tanto peso, personalidad y protagonismo como cualquier otra.



El primero es la aparición del denominado set de percusión, es decir una serie de instrumentos entorno a un solo intérprete, influenciado por la batería de jazz y la música de cabaret y vodevil, incluido en la obra teatral de cámara para siete instrumentos y narrador La historia del soldado (1918), de Igor Stravinsky (1882-1971).



El segundo serían los últimos dos movimientos de Rítmicas -V y VI- (1930), para grupo de percusión con instrumentos y ritmos cubanos (las Rítmicas I-IV son para sexteto de viento con piano), del compositor Amadeo Roldán (1900-1939). Tras Rítmicas y con mucha más repercusión internacional se estrenaría Ionisation (1931), de Edgard Varèse (1883-1965), la primera obra escrita íntegramente para ensemble de percusión en un solo movimiento.



El tercero sería la inclusión de nuevos instrumentos con nuevas sonoridades y/o afinaciones, a veces inventados, a veces reciclados de cualquier material, en otras ocasiones cotidianos, máquinas e instrumentos eléctricos y electrónicos, de la mano de compositores que podríamos calificar de experimentalistas como Luigi Russolo, George Antheil, Charles Ives, Harry Parch, Henry Cowell, John Cage, Lou Harrison, etc.



Tras la Segunda Guerra Mundial, el panorama musical de la Era posmoderna se multiplica, con la globalización, el pluralismo, el eclecticismo, el avance de la tecnología y la cantidad de lenguajes composicionales, en muchas ocasiones personales, sin miedo a la experimentación, que hacen de estímulo para la creación sonora sin límites, en los que los instrumentos de percusión tienen una presencia y protagonismo que no da ningún lugar a la duda.



De importancia capital para la historia de los instrumentos de percusión para un solo intérprete Zyklus, de Karlheinz Stockhausen (1928-2007), estrenada de agosto de 1959, dentro del Curso de verano de Darmstadt de aquél año por el percusionista alemán Christoph Caskel, pieza novedosa en todos sus aspectos: composición (aleatoriedad abierta), notación gráfica, multipercusión, etc.



Si bien es verdad que esta pieza no se hubiera podido llevar a la práctica interpretativa a cabo si no se hubieran ido produciendo una serie de avances técnicos, tanto interpretativos inusitados hasta el momento, gracias a los pioneros de la pedagogía específica para instrumentos de percusión, en las primeras dos terceras partes del siglo, sobre todo en Norteamérica y Europa como fueron: George Lawrence Stone, Paul Price, Felix Passerone, Richard Hochrainer, James Blades, Leonida Torrebruno, entre otros muchos, los cuales crearon las primeras escuelas de técnica y estilo: americano-rudimental, francesa, alemana, contemporánea, experimental, etc., a los que posteriormente se sumaron profesores tan reconocidos en las últimas décadas del siglo como: Jim Chapin, Mitchell Peters, John Beck, Leigh Howard Stevens, Jean Batigne, Jacques Delècluse, Karl Peinkofer, Siegfried Fink, Jan Pustjens, etc.



A todos ellos habría que añadir la apuesta por la mejora de construcción, calidad y sonoridad –con la esporádica invención de nuevos instrumentos-, así como competitividad y asequibilidad económica de las grandes marcas de instrumentos de percusión como: Yamaha, Studio 49, Ludwing/Musser, Malletech, Grover, Premier, Pearl, Paiste, Zildjian, Sonor, etc., por una parte, y por otra el apoyo de las grandes editoriales de música como: Faber & Faber, Boosey and Hawkes, Ludwing Music, Ricordi, C.F. Peters, Schott music, Breitkopf, Schirmer Books, Zimmerman, Simrock, Carl Ficher, Alphonse Leduc, Salabert, Studio 4, Kendor Music, Ongaku Tomo, y un largo etcétera.



Destacar aquí finalmente una reducida relación de intérpretes solistas que desde mediados del siglo pasado han ido dando a conocer el mundo de los instrumentos de percusión, estrenando muchos de ellos obras que han pasado por derecho propio a hacerse referentes, no sólo de las piezas para instrumentos de percusión, sino también de la historia de la música, colaborando y motivando a compositores, y creando escuela en muchos casos, a saber: Clair Omar Musser, William Kraft, Michael Colgrass, Max Neuhaus, Jan Williams, Jean Pierre Drouet, Gaston Sylvestre, Mircea Ardeleanu, Gary Burton, Sylvio Gualda, Keiko Abe, Christoph Caskel, Peter Prommel, Evelyn Glennie, Peter Sadlo, Steven Schick, Michael Burrit, Nebojsa Jovan Zivkovic, etc., a los que podemos sumar los grupos-ensembles de percusión como: Blackearth Percussion Group, Les Percussions de Strasbourg, Quatour Helios, The, Kroumata, Nexus, Amadinda, etc.



SELECCIÓN DE OBRAS
(imprescindibles del siglo XX)
Obra
Compositor
Año
1
La consagración de la primavera
Igor Stravinsky
1913
2
Historia del soldado
Igor Stravinsky
1918
3
La création du monde
Darius Milhaud
1923
4
Rítmicas V y VI
Amadeo Roldan
1930
5
Concerto pour batterie et petit orchestre
Darius Milhaud
1930
6
Ionisation
Edgard Varèse
1931
7
Música para cuerdas, percusión y celesta
Béla Bartók
1936
8
Sonata para dos pianos y percusión
Béla Bartók
1937
9
Third Construction
John Cage
1941
10
Toccata
Carlos Chávez
1942
11
Le marteu sans maitre
Pierre Boulez
1955
12
Concertino für Vibraphone
Siegfried Fink
1958
13
Zyklus
Karlheinz Stockhausen
1959
14
Circles
Luciano Berio
1960
15
The King of Denmark
Morton Fedman
1964
16
Eigth pieces for four timpani
Elliot Carter
1950-66
17
Intérieur I
Helmut Lachenmann
1966
18
Drumming
Steve Reich
1971
19
Time for Marimba
Minoru Miki
1968
20
Psappha
Iannis Xenakis
1975
21
Nuages Noires
Edison Denísov
1984



5.     NOTACIÓN Y SIMBOLOGÍA

Aunque en la actualidad no existe un sistema de notación estandarizado para los instrumentos de percusión, podemos encontrar sobre ellos algunos excelentes tratados de referencia como son el libro, ya clásico de Erhard Karkoschka Das Schriftbild der Neuen Musik (Moeck, 2004), y Music Notation in the Twentieth Century: A Practical Guidebook (Norton, 1980) de Kurt Stone, entre otros.




Al margen de estas referencias bibliográficas en cuanto a la notación para la música actual en general y los instrumentos de percusión específicamente, en la actualidad hay una gran cantidad de compositores que utilizan sus propios sistemas notacionales no universalizados, por lo que, en la mayoría de los casos podemos encontrar en las partituras un glosario o leyenda de explicaciones –lo más detallada posible- para ejecutar diferentes pasajes, golpes o efectos conforme los concibió el autor. También se hace necesario realizar un croquis minuciosamente estudiado de la colocación del set (grupo de instrumentos entorno a un único intérprete), si lo hubiera, con el fin de facilitar la ejecución al intérprete. Así, podríamos dividir en tres apartados las escritura para los instrumentos de percusión:



El primero se denomina Notación Simbólica, Pictográfica o Ideograma y estaría destinado al reconocimiento de los instrumentos, así como del tipo de baquetas a utilizar y formas específicas de interpretación en las diferentes partituras, que es el apartado más estandarizado que hay gracias a los trabajos de varios compositores/percusionistas que han hecho un gran esfuerzo en universalizar este tipo de contenidos en las partituras como son: Notazione per Strumenti a Percussione  de Leonida Torrebruno (Bèrben) o Tablature 72 de Siegfried Fink (N. Simrock).



El segundo apartado estaría dedicado al marco donde se escriben los propios signos de notación que va desde el Pentagrama, en el cual se pueden anotar partituras para instrumentos tanto de sonido indeterminado (con clave neutra), como para instrumentos de sonido determinado, incluso al Endecagrama (con claves de Sol en 2ª y Fa en 4ª). También es muy empleada la llamada Notación lineal, en la cual se utiliza una línea para cada instrumento (o grupo de ellos). Esta fórmula comienza con el monograma siendo ampliable al bigrama, trigrama o tetragrama o incluso más de cinco líneas.



Otro tipo de notación es la denominada Notación ilustrada, claramente originada en el Grafismo simbólico y el Arte conceptual, muy recurrente para el teatro experimental y el happening, la cual se caracteriza por realizar dibujos explícitos (incluso a color), de los movimientos, acciones, interacciones y formas de ejecución, dando posibilidades casi ilimitadas, en las que la motivación, creatividad e implicación del intérprete determinará en buena medida el resultado final de la pieza. Ejemplos de esta notación se encuentran en las obras de Berio, Ligeti, Kagel, Crumb o Schnebel.



El tercer aparatado correspondería a la propia notación de los diferentes parámetros del sonido, es decir, altura, duración, intensidad y timbre. Evidentemente al margen de la notación tradicional podemos apuntar algunos aspectos relacionados con estos tres parámetros: a) altura: se procurará una notación en vertical de notas agudas a graves (de arriba abajo; b) la duración: dependerá de lo alargada que sea la nota y/o distancia con respecto a las siguientes; c) intensidad: se distinguirá por el tamaño de la nota (más grande más fuerte y más pequeña más suave); y c) el timbre por el diseño de la cabeza (o núcleo), de la nota independientemente de si hemos indicado con un símbolo el instrumento que interviene en un momento dado.



También existen otras formas de notación como son la gráfica, la textual, con rectángulos o cajas, en ejes de simetría, etc… Siendo la tendencia actual a utilizar el sistema de Notación combinada o mixta, empleando por tanto, en cada momento el más oportuno dependiendo del tipo de música, instrumentación, modos ejecución o formas de expresión que con más claridad implemente la interpretación musical.



Como recomendación podemos concluir que, se ha de ser lo más explícito posible a la hora de anotar una partitura para instrumentos de percusión, tanto en el reconocimiento de los instrumentos, los distintos parámetros del sonido, su expresión, su carácter y sus modos de ejecución específicos si los hubiera. Para ello sería muy positivo el trabajo en equipo del compositor con un intérprete especialista, formando tándem artístico a la manera de Sylvio Gualda-Iannis Xenakis o Christoph Caskel-Karlheinz Stockhausen.



6.     BAQUETAS

Las baquetas o mazas son los elementos mediadores que se utilizan habitualmente para producir el sonido en los instrumentos de percusión, determinando en muchos casos su timbre. Pueden ser de multitud materiales, durezas, longitudes, grosores y cabezas. Presentamos una relación ad hod de carácter general.

TIPO DE BAQUETA

INSTRUMENTO
De madera
Caja, tambores, toms, platos, etc.
De madera con cabeza de fieltro
Timbales, toms, platos, etc.
De madera con cabeza de madera, goma, plástico, hilo, nailon o lana
Marimba, vibráfono, xilofón, glockenspiel, crótalos, platos, etc.
Baquetas de doble cabeza (multitud de variantes)
Multipercusión (un solo intérprete)
Escobillas
Caja, toms, timbales, platos, gong
Varillas de triángulo
Triángulo, platos, gongs, cowbell, etc.
Mazas
Bombo, gongs, tam-tams
Martillos
Campanas tubulares



Otros elementos mediadores pueden ser, sin descartar ningún otro:

-        Arcos de violoncelo o contrabajo

-        Manos (palmas, puños, nudillos, yemas de los dedos, uñas…)

-        Codo, rodilla, pie…   

-        Diferentes utensilios: monedas, dedales, cadenas, pelotas de ping-pong…

-        Otros instrumentos como baquetas: maracas, pandereta, triángulo…



Para una mayor información se hace necesario consultar las webs de las marcas de baquetas más prestigiosas del mercado: Vic Firth, Pro-Mark, Mike Balter, Malletech, Vibrawell, Adams, Latin Percussion, Lefima, etc.



7.      TÉCNICAS ESPECÍFICAS  BÁSICAS DE LOS INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN

La descripción de las técnicas específicas para todos y cada uno de los instrumentos de percusión, obviamente no se pueden desarrollar en un trabajo de carácter general como el presente, por lo que nos limitaremos a exponer básicamente aquellas técnicas y posibilidades de los instrumentos más importantes y de las cuales parten la multitud del resto de instrumentos de la familia. Imposible abarcar aquí instrumentos de origen étnico.

CAJA

La técnica fundamental de caja se podría resumir en: a) golpes simples (RLRL), paradiddles (RLRR LRLL), b) redobles: simple (RL), abierto (RRLL), cerrado (multi-rebote), c) mordentes: una, dos, tres notas o más y d) rudimentos: Se denominan Rudimentos a 40 patrones rítmicos usados por los percusionistas en las bandas de marcha desde hace cientos de años. Se dividen en 4 categorías: redobles (rolls), paradiddles (diddles), apoyaturas simples (flams), y apoyaturas dobles (drags)[1].




TIMBALES

Básicamente en los timbales podemos aplicar las mismas posibilidades técnicas de la caja, adaptando el golpeo a las baquetas específicas de este instrumento, presión del parche, afinación, extensión o rango de los registros (tesitura), golpes (legato, stacatto…), dampenig (apagado), redoble (solo simple), acordes y glissandi.




INSTRUMENTOS DE LÁMINAS

Las técnicas interpretativas, así como tímbrica de los principales instrumentos de láminas: xilofón, marimba, vibráfono y glockenspiel (también se suelen incluir otros como las campanas tubulares, los crótalos y la celesta), dependerán tanto de su material de construcción (madera o metal), su resonancia y afinación (grosor y anchura de las láminas y de los tubos), su rango (tesitura), el uso de distintos tipos de baquetas y las posibilidades de ejecución con dos, tres, cuatro o más baquetas y en el caso del vibráfono la utilización o no del motor (motor on, motor off), y en su caso velocidad de giro del motor que puede ser (slow, quick…), así como la utilización del pedal de expresión y la técnica del dampenig asociada a él. Independientemente podemos implementar cualquier aspecto relacionado tanto con los instrumentos de membranas como los de cualquier instrumento de teclado.

En los instrumentos de láminas podemos utilizar, así mismo diferentes tipos de redobles o trémolo: redoble simple, secuenciado, mandolina (dos baquetas en una sola lámina –alternado o por encima y por debajo-)




8.     POSIBILIDADES SONORAS

Sería algo que extralimitaría la intención de esta breve exposición, sobre los instrumentos de percusión, abarcar la infinitud de posibilidades sonoras de nos puede ofrecer esta amplia y rica familia instrumental, aun así enumeraremos algunas de las posibilidades sonoras y efectos más representativos, animando al lector a experimentar e investigar sobre otras muchas que, con toda seguridad en un momento determinado podrían ser susceptibles de incluir en una pieza o pasaje de una obra.

Water gong
Se produce al introducir un gong o tam tam en un barreño con agua mientras se percute
Armónicos
Apagando levemente con uno o dos dedos un parche o lámina, mientras percutimos con una baqueta
Plato en timbal
Redoble en un plato colocado con la campana hacia abajo sobre el parche del timbal realizado al tiempo un glissadi
Piano como instrumento de percusión
Multitud de posibilidades, tanto en el teclado como en las cuerdas o la propia caja de resonancia
Instrumentos preparados
Con el fin de enriquecer tímbricamente un instrumento podemos aplicarle multitud de objetos con el fin de que vibren por simpatía o cualquier otro aspecto que pueda ser interesante
Sordinas y apagadores
Aplicar sordinas y apagadores con el fin de velar y/o mutar el sonido original de un instrumento
Incluir instrumentos étnicos
Con el fin de ampliar el espectro sonoro de una pieza se puede incluir instrumentos poco utilizados de músicas africanas, asiáticas, latinas, etc.
Posibilidades tecnológicas, electrónicas y electroacústicas y ordenador
Las posibilidades de enriquecer la sonoridad de la familia de los instrumentos de percusión aquí nos desbordan, desde la simple amplificación de un instrumento con o sin tratamiento de efectos: delay, overdrive, flanger, etc, hasta la grabación y posterior utilización como parte de la obra en directo, las cajas de ritmo, sintetizadores o controladores MIDI etc, etc.
Creación de instrumentos
Inventar un instrumento propio asociado a una determinada obra (Niké, Cruz-Guevara, 1996)

9.     UTILIZACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN EN LA ORQUESTA SINFÓNICA

UTILIZACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN EN LA ORQUESTA
UTILIZACIÓN
EJEMPLO
Melódico
Bartók, Música para cuerdas, percusión y celesta
Melodía de timbres
Schoenberg, Fünf Orchesterstücke, op. 16
Armónico
Haydn, Sinfonía nº 94 en Sol M “La sorpresa”
Contrapuntístico
Carter, Concierto para orquesta
Tonal
Beethoven, Concierto para violín en ReM op.
Tímbrico
Rimski-Kórsakov, Scheherezade
Espacial
Berlioz, Sinfonía Fantástica op. 14
Dinámico
Tchaikovski, Obertua 1812
Rítmico
Stravinsky, La Consagración de la primavera
Ostinato
Ravel, Bolero
Grupo instrumental (4 dimensión)
Revueltas, La noche de los Mayas
Dramático
Strauss, Muerte y transfiguración op. 24
Clímax
Wagner, El ocaso de los dioses
Efectos
Gershwin, Un americano en París
Sonoridades exóticas
Cruz-Guevara, Áhimsa
Apoyo a otras secciones
Prokofiev, Alexander Nevsky
Combinación de todas
Mahler, Sinfonía nº 6 en Lam



10. BIBLIOGRAFÍA

ARAGU, D.: Los instrumentos de percusión (Madrid, Música mundana, 1995)

BLADES, J.: Percussion Instruments and Their History (London, Faber and Faber, 1984)

CASCALES, C.: Historia, descripción y pedagogía de los instrumentos de percusión (Sin editar, 1990)

FACCHIN, G.: Le Percusión (Torino, EDT, 2000)

VERA PINTO, C.: Manual de percusión Santiago de Chile (Universidad Católica de Chile, 2001)

SMITH BRINDLE, R.: Contemporany Percussion (London, Oxford University Press, 1970)

TEMES, J.L.: Los instrumentos de percusión en la música actual (Madrid, Digesa, 1979)



[1] Se pueden consultar en http://www.pas.org/docs/default-source/default-document-library/pasdrumrudiments2015.pdf

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